24 may 2013

SESIÓN DE IMPROVISACIÓN MUSICAL A PARTIR DE LAS ANIMACIONES CREADAS, QUE PROYECTAMOS MIENTRAS TOCAMOS.

DANDO FORMA JUNTOS A LA PIEZA FINAL. BUSCANDO EL AUDIO PERFECTO.

Emociones frescas from Rafa + Pepon on Vimeo.

Paradas from Rafa + Pepon on Vimeo.

10 may 2013

Trabajando...








Próxima convocatoria abierta...



TALLER DE FILPBOOKS EN EL OBRADOOR


(Por Rafa Castañer y Pepon Meneses)

Este taller que dura un poquito más de un mes, no es sólo un taller de dibujos animados, es una excusa para poner en práctica una idea pedagógica que teníamos en mente, y que necesitaba un contexto adecuado, en este caso el estudio del pintor y profesor Gonzalo Elvira, un hombre de ojos curiosos y sonrisa relajada, que ha compartido el viaje con Pepon y conmigo.

Se trataba de unir edades muy diferentes en una pequeña experiencia que tuviese como objetivo la creación de los dibujos, el guión y la música de una pequeña pieza de animación.

Se reunió un grupo de personas de muy diferentes edades (40, 11, 7, 24, 8, 21, 6) de manera que era imposible dotar al taller de un target -como dicen los publicistas- al entrar en el espacio.
El trabajo e ideas de todos era importante y cualquier gesto, de un adulto o un niño, podría dar en la clave para conseguir realizar la obra deseada, que por otra parte no teníamos ni idea -ni grandes ni pequeños- de que forma tomaría.

Fue por sorteo y en la tercera sesión cuando salió elegido el tema de Julia: Un robot en el desierto.
¡Manos a la obra! Después de un acercamiento sensitivo a la técnica, un entrenamiento tranquilo y lleno de pruebas, y una vez todo el mundo hubo comprendido la mecánica de mover líneas, objetos, barcos, pelos, triángulos, números... sólo con papeles y rotuladores, nos pusimos en marcha con un objetivo en común y mucha risa.

Es precioso asistir a la creación de semejante grupo, de distintos seres humanos,  desconocidos los unos a los otros, que se observan y ofrecen lo que pueden y como pueden, desde la altura de su edad (la que sea). Es una experiencia hermosa, la de guiar y dejarse llevar por esta especie de tribu de la risa, locos por dibujar, hacer el tonto y bailar. Unos cuidan de los otros y se trabaja en un ambiente de atención a uno mismo y a los demás. En un lugar de respeto y reconocimiento más allá de la edad, los niños ofrecen su espontaneidad y falta de prejuicios en general -o su aburrimiento y descaro cuando se cansan- y los adultos la capacidad de estructurar y dar forma a los impulsos, propios o del grupo.